Discurso, piquetes y orden democrático

Esta ponencia propone, desde una perspectiva comunicacional-semiótica, analizar un ejemplo discursivo concreto “Los piquetes y el orden democrático” (La Nación, 13/03/16) para fundamentar algunas perspectivas que hacen del análisis del discurso una instancia imprescindible de la investigación social e ideológica. A partir de teorías lingüísticas/semióticas se buscará reconocer las estrategias utilizadas en la construcción de los discursos sociales para encarar el estudio social como revelador de posicionamientos políticos y cambios sociales. El análisis del discurso (Arnoux; 2006) es un campo interdisciplinario, en el cual se articulan saberes provenientes del área en el que el discurso ha sido producido con conocimientos elaborados por las ciencias del lenguaje. En el recorrido interpretativo, se reconocen determinadas marcas discursivas como indicios a partir de los cuales se formulan las hipótesis, en relación con el problema planteado. Analizar el discurso implica articularlo con lo social, entendido ya sea como situación de enunciación, institución, estructura social, condiciones de producción, esferas de la vida social o contexto. Entonces, el análisis del discurso estaría articulando un texto, un lugar social y un sujeto enunciante, que es quien pone en escena la enunciación enmascarado en una identidad enunciativa que el sujeto comunicante se da a sí mismo. Lo imprescindible es conocer cómo circula en la sociedad el discurso en relación con el poder, cómo se producen y se imponen sus temas recurrentes ya que el poder opera como práctica social que integra el imaginario colectivo e incluye por lo tanto el problema de la ideología. Lo ideológico atraviesa todo el dispositivo de poder y puede sostener y poner en funcionamiento reglas de vida y de conducta que dejan sus marcas en el discurso que las legitima y produce. La existencia de un discurso dominante en una sociedad determinada y en un momento histórico preciso permite entender que los hechos que se producen no significan de por sí sino en función del discurso dominante que está compuesto por un conjunto de signos ideológicos, con un determinado valor, en torno de los cuales giran todas las demás significaciones sociales potencialmente válidas (Raiter-Zullo; 2008). El discurso dominante funciona como sistema social de referencias semióticas y permite que todo lo producido en una sociedad adquiera una significación particular en función de esas referencias establecidas. Su objetivo es imponer nuevos signos ideológicos y otorgarles un valor determinado, por lo tanto todo otro signo se verá entonces extraño o ajeno y será considerado falso y no creíble. El ser de habla está inmerso en una comunidad de comunicación (Charaudeau-Maingueneau, 2005: 99) en la cual se definen formas externas de regulación de la comunicación verbal, es decir, formas no consideradas desde el punto de vista del funcionamiento de un sistema lingüístico. Esa regulación no solo tiene en cuenta las características del discurso sino las ideologías como sistema global de interpretación del mundo social (Charaudeau-Maingueneau, 2005: 306) El poder enuncia discursivamente ideologías dejando huellas que luego se recuperan como efecto de lectura si son reconocidas por la sociedad de acuerdo a la pertinencia lograda por el discurso dominante.
País: 
Argentina
Temas y ejes de trabajo: 
Semióticas de los discursos doxológicos (político, religioso, periodístico)
Institución: 
UBA-ILSE, I.S.P. "Dr. Joaquín V. González"
Mail: 
pazoliliana@gmail.com

Estado del abstract

Estado del abstract: 
Accepted
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