El objetivo general de esta comunicación es proponer una articulación entre Semiótica y Criminología; más específicamente poner en diálogo una forma de operativizar, ontológica y metodológicamente, los supuestos y conceptos de la Teoría de la Enunciación y los de la Semiótica de los Bordes de Juan Magariños de Morentín con objetivos y temas propios de la criminología actual. Así pues, tal como propone Zaffaroni (2012) es pertinente a la Criminología Cautelar el estudio del poder punitivo y el sistema penal –conjunto de agencias que deciden el ejercicio del poder punitivo– y, particularmente, la agencia de los medios masivos de comunicación social en su rol de criminología mediática, la cual incide, dentro de un marco de incumbencia más amplio, en la construcción de los estereotipos criminales mediante los cuales las policías realizan el proceso selectivo y arbitrario de criminalización secundaria. De forma complementaria se suman los aportes del Derecho Penal, la Lógica Formal y del Análisis del Discurso. A partir de este aparato teórico integral se analizan los “saqueos” de Tucumán del año 2013 en un corpus digital constituido por una serie de notas periodísticas, con sus respectivos comentarios, de la sección Facebook del diario La Gaceta y cuyo corte temporal corresponde a publicaciones de los días 9, 10 y 11 de diciembre. En esta muestra, el interés epistémico central que se sostendrá aquí es inferir la existencia de la significación del fenómeno social “saqueos” en la comunicación mediática. Junto a esto, en razón de la necesidad de continuar y ampliar (desde el punto de vista semiótico) la línea de investigación criminológica de Zaffaroni, proponemos acuñar el término criminalización terciaria o semiosis criminal para dar cuenta de la especificidad de nuestro objeto de conocimiento. En otras palabras, configuramos como objeto de estudio los procesos de semiotización del esquema norma-transgresión-transgresor-castigo, en cualquier tipo de textualidad y comunicación, a través del cual determinado grupo social en determinado momento histórico construye la existencia ontológica del fenómeno socio-criminal. El conjunto de los argumentos precedentes sirven de fundamento para postular una Semiótica Criminológica o Criminología Semiótica, como una interdisciplina, que se plantea provisionalmente objetivos tales como reconstruir semióticamente los estereotipos criminales y junto a esto demostrar, por una parte, la existencia de la estructura inquisitorial como discurso legitimante del poder punitivo y, por la otra, evidenciar la presencia de las formaciones discursivas –en términos foucaulteanos¬– del discurso crítico de la pulsión vindicativa de la sociedad y de su aparato canalizador de venganza.