Identidades andinas en los mercados públicos limeños a través de una sopa regional

El maíz es uno de los productos agrícolas más importantes en la alimentación diaria de la población peruana. La gran variedad de especies que existe en toda la región andina ha determinado a lo largo de los siglos diferentes modos de procesar el producto cultivado y de preparar los más diversos platos de comidas y bebidas. La chicha fue una bebida a base de maíz que los antiguos incas bebían en honor al dios sol (Guaman Poma 1616) y es hasta el día de hoy una bebida que en una de sus variedades se sigue consumiendo diariamente. En el presente estudio nos enfocamos en la investigación de un plato regional del sur andino peruano elaborado con una especie de maíz: la sopa de mote. Esta sopa recibe distintas denominaciones según la región: “sopa de mondongo” (Huancavelica), “patasca” (Cuzco). Del quechua mut’i, el mote es el nombre que recibe el grano de maíz de mayor tamaño que el promedio, variedad que se produce en el Valle Sagrado de Urubamba, en la provincia del Cuzco. Su preparación requiere de una programación pues debe obligatoriamente remojarse con un día de anticipación lo que implica un proceso de elaboración complejo. Al aproximarnos semióticamente a este plato, nos interesa no solo el proceso de su elaboración, recordando la importancia de la construcción de un objeto de valor culinario tal como lo propuso Greimas en su famoso estudio sobre “la soupe au pistou” (1979). También nos interesa la estesia y el gusto (Marrone 1997, Bianciardi 2011) que se constituye en nuestro caso de modo colectivo, pues involucra principalmente a los migrantes andinos que en la capital limeña siguen consumiendo esta sopa. Al poner de relieve lo que involucra socialmente esta práctica alimenticia, nos ha parecido pertinente elegir como lugares de observación los espacios públicos populares de la gran urbe de la ciudad de Lima: los mercados populares. En un país como el Perú que vive un boom gastronómico, y que en los últimos años hemos visto desarrollarse una cocina sofisticada gracias al prestigio de chefs peruanos de renombre internacional y la recuperación de insumos y prácticas regionales para la elaboración de todo tipo de fusiones culinarias, es interesante preguntarse por qué no todos los platos corren la misma suerte. La sopa de mote no aparece en las cartas de los grandes restaurantes de la capital limeña. Este plato sigue siendo un plato de migrantes, de gente pobre que se consume en espacios públicos populares como los mercados, o los restaurantes en las carreteras. . Nuestro estudio se enmarca dentro de la perspectiva socio-semiótica que se aboca a estudiar la significación de las prácticas sociales de los habitantes de las ciudades (Landowski 2009, de Oliveira 2016). Los espacios públicos como los mercados populares son sumamente ricos e interesantes en lo que concierne a las relaciones humanas observables (Marcelo Bueno 2016, Rodriguez 2017). En el Perú como en muchos lugares de América Latina hay una gran diferencia entre los supermercados y los mercados públicos. Los primeros tienen características que comparten con los de otros lugares del mundo globalizado de hoy. Los mercados tienen una marca social distinta, la relación interpersonal es cercana, los consumidores y compradores conocemos a quienes nos venden los productos, a quienes los preparan, los llamamos por sus nombres, el trato es mucho menos impersonal que en un supermercado y eso determina nuestros hábitos de consumo.
País: 
Perú
Temas y ejes de trabajo: 
Semiótica y antropología
Institución: 
PONTIFICIA UNIVERSIDAD CATÓLICA DEL PERÚ
Mail: 
cirubina@pucp.edu.pe

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Accepted
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