La danza conchera es una práctica sagrada que se ha conservado por tradición oral desde la Colonia española. A partir de mediados del siglo pasado se ha extendido a varios Estados de la Unión Americana, como son California, Arizona, Colorado, Nuevo México y Minnesota. Se sabe que existen grupos de danzantes en Vancouver y Santiago de Compostela también. La pregunta general es ¿cuáles son las razones y los motivos que han transnacionalizado una danza de tradición del centro de México? Para dar respuesta se comenzó a hacer un trabajo de campo etnográfico con el objetivo de reunir testimonios que brinden una respuesta al origen de esta práctica sagrada en los Estados Unidos de Norteamérica, sin embargo, también aplicar el modelo operativo de la Semiótica de la Cultura que nos permita explicar los textos que son centrales, los cuales han servido de atractores para su éxito, pues han logrado unir en una identidad a las distintas manifestaciones de chicanos en San Diego California. Los textos son grafitis pintados en los muros que sostienen las vías de segundo piso, las prácticas rituales de bailes y alabanzas, y el mito de Aztlán, que es el lugar mítico de donde salió el pueblo azteca, que posteriormente fundaron la ciudad de México-Tenochtitlan, centro de un enorme territorio de avance cultural de primer nivel. Con la antropología y la semiótica de la cultura se analizarán dos niveles de este fenómeno cultural, el primero para comprender los procesos diacrónicos y sincrónicos de la conformación de las agrupaciones concheras; y el segundo, con lo que se analizarán los diferentes signos, complejizados en textos, con lo cual se comprenderá la constitución de una semiosfera que resiste a los embates de la xenofobia de las políticas de los gobiernos norteamericanos.