Objetivo de esta ponencia es construir un aparato metodológico, basado en la semiótica peirceana, con el que describir y, entonces, analizar el polimórfico archipiélago de sentido que comparten los productos audiovisuales. Estos productos circulan en nuestras vidas atravesando diversos territorios tales como los de las ciencias, la comunicación, las artes y la medicina. Son productos que orientan, animan y causan la acción de quienes hacemos su experiencia de manera cognitiva, emocional y pragmática; y nos referimos a ellos como productos porque sus propias materialidades también configuran a la significación textual. Describir el archipiélago de los productos audiovisulaes, entonces, conduce al reconocimiento y empleo de herramientas de análisis que, emplazándose en el cruce entre problemas teóricos y prácticos, puedan desenmarañar las problemáticas estéticas, tecnológicas y políticas en ellos presentes. Para la organización del aparato metodológico se recurre a las aplicaciones de la semiótica peirceana realizadas por Claudio Guerri (1988, 2003, 2012, 2016) que -siguiendo la trayectoria de los estudios de Juan Magariños de Morentin (1984, 2008)- cobran forma en una herramienta para el design thinking conocida como Nonágono Semiótico (2014, 2016), un dispositivo interpelador con el que interrogar y, entonces, investigar el objeto de estudio y las relaciones de sentido que lo configuran. El Nonágono Semiótico es un ícono diagramático que dispone en el plano una operación de síntesis que, a través de una geografía de intersecciones de sentido (Voto 2017) entre tricotomías (CP 2.243) y correlatos (CP 2.235), organiza la significación y genera una estructura con la cual visualizar el conocimiento. Una vez dispuesto el ícono se pasa a una segunda lectura de la significación en los productos audiovisuales por medio de otro ensayo analítico. Esta nueva operación de síntesis -ya diagramada por Peirce (CP 2.254 - 2.264)- muestra los distintos aspectos mapeados en el Nonágono Semiótico según una nueva organización: diez clases de signos que combinan y generan los productos según sus configuraciones particulares. Cada una de las diez clases representa una toma de partido y, por lo tanto, un producto concreto –entre las posibilidades combinatorias desplegadas por el Nonágono Semiótico– que orienta la lectura del archipiélago de los productos audiovisuales. El empleo y ensayo de este aparato metodológico busca, finalmente, entender la semiótica como una mirada operativa, una herramienta que posibilita la producción teórica gracias a su labor de sensibilización del entorno que hace de una porción de realidad, como en este caso el archipiélago audiovisual contemporáneo, un signo factible de analizar e interpretar, los productos audiovisuales. (Ponencia para ser presentada en la sección "Applying Peirce" coordinada por Claudio Guerri)