Reescribir la historia a través de la mirada socio-cultural de la ficción ambientada en el pasado

Arde Madrid, la serie de dirigida y protagonizada por Pacó León en Movistar+, rescata en blanco y negro lo que algunos críticos han dado en llamar la España de la “primera movida”. Se trata de una reflexión sobre el período previo al salto a la modernidad de la sociedad española del tardofranquismo, realizada desde el distanciamiento propio de la comedia. Una mirada (casi) etnográfica que convierte al espectador en el observador privilegiado del recorrido cultural por el Madrid que Ava Gadner (Debi Mazar) frecuentaba en 1961. Arde Madrid narra las peripecias de un pícaro (Paco León) y una falangista (Inma Cuesta) inducidos a hacerse pasar por matrimonio al servicio de Ava Gadner para espiar a la actriz norteamericana y a sus invitados. La presencia de Ava Gadner en Madrid, donde vivió de manera más o menos continuada durante 10 años, se enmarca en una época dorada de la industria cinematográfica local, que impulsó sus propias películas al amparo de las numerosas superproducciones de Hollywood rodadas en España entre los años cincuenta y sesenta (El Cid, La caída del imperio romano, 55 días en Pekín, etc.). La serie constituye un ejercicio casi cinematográfico, si no fuera por el ritmo más pausado y la mayor posibilidad de explorar las tramas secundarias que le otorgan sus 240 minutos de duración (distribuidos en ocho capítulos de 30 minutos cada uno). Un regalo para los amantes de ese clasicismo recuperado recientemente por las aclamadas Roma (Quarón, 2018) o Cold War (Paulikowski, 2018), con las que Arde Madrid comparte la construcción de los personajes sobre el fondo de una estructura espacio-temporal sin apenas articulación. Como en las películas citadas, el espacio de la serie es más bien una hilera de instantáneas superpuestas sobre un tiempo donde lo único que parece avanzar aquí es la relación de los dos personajes principales y el embarazo de Pilar (Anna Castillo), la otra criada de la casa Gadner. Un motivo narrativo eficiente, aunque con una prominencia mucho menor que en la película de Quarón por tratarse, en este caso, del embarazo no deseado de un personaje femenino secundario. El objetivo de esta ponencia es identificar las estrategias narrativas que convierten Arde Madrid en un homenaje al cine revisionista de los años cincuenta inaugurado con la célebre Bienvenido Mr. Marshall (Berlanga, 1952), mediante una estilización de los tópicos más populares de la “hispanicidad” (pícaros, gitanos, flamenco, etc.), que son deconstruidos para, sucesivamente, ser reconstruidos desde la óptica del humor negro. La perspectiva desideologizada del cine revisionista que lleva a cabo Arde Madrid, substituye el trasfondo político de las películas de los años cincuenta por un sainete protagonizado por Juan Domingo e Isabelita Perón, vecinos de Ava Gadner en la casa de la calle Dr. Arce donde vivieron durante su exilio español. La hipótesis de partida es que la serie se propone reconciliar la España denostada del período con la nostalgia inevitable de la mirada al pasado.
País: 
España
Temas y ejes de trabajo: 
Semiótica y narratología
Semióticas de los lenguajes visuales, sonoros y audiovisuales
Institución: 
Universitat Autònoma de Barcelona
Mail: 
rosario.lacalle@uab.es

Estado del abstract

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Accepted
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