Trayectorias de un modelo operativo

Esta presentación trata de la trayectoria que va desde la propuesta semiótico-filosófica de Peirce al “Cuadro de Peirce” de Magariños de Morentin, y al Nonágono Semiótico de Guerri (2003; 2014; 2016). El Nonágono Semiótico se presenta como un caso de semiótica aplicada, donde, aunque se mantiene una relación de lógica y coherencia semiótica con la propuesta de Peirce, no se enfatiza una exégesis puramente teórica, sino la posibilidad de acción de la propia teoría. Pasar de la propuesta lógico-filosófica de Peirce a un modelo operacional significa tomar conciencia de un ‘endurecimiento’, de una ‘rigidez’, de lo que conceptualmente implica una semiosis infinita; pero, por otro lado, de esta manera, se logra una operatividad que la propuesta filosófica no tuvo. Los nueve sub-signos en el nonágono semiótico no deben tomarse como una mera clasificación de entidades agrupadas en clases de objetos, como una taxonomía, sino como un diagrama que organiza las relaciones de un proceso semiótico. Es, en términos de Peirce, la forma en que un Objeto Inmediato organiza la experiencia ‘dinámica’ del Objeto Dinámico, ofreciéndolo como un modelo operacional para un análisis cualitativo. Una vez que se permite la limitación que implica cualquier modelo operativo, también se pueden valorar sus posibilidades prácticas. La construcción del nonágono semiótico, como un ícono diagramático con el cual aumentar el conocimiento y mantenerlo bajo control durante la investigación, requiere una serie de operaciones conceptuales y terminológicas. La primera es aceptar la propuesta de Magariños de Morentin (1984: 195) para reemplazar la nomenclatura de Peirce con la cual referirse a las tres categorías: Primeridad, Segundidad y Terceridad (CP 1.417, 1896) del signo con Forma, Existencia y Valor, estableciendo así una distancia epistemológica y necesaria de la propuesta filosófica original. La segunda operación es conceptual y se refiere a la recursividad del signo, es decir, la capacidad de analizar cada uno de los aspectos que lo componen como nuevos signos, reconociendo así tres nuevos sub-aspectos. Esto da como resultado una segunda división del signo en nueve sub-signos, y es a partir de esta posibilidad del diagrama que el nonágono semiótico toma su nombre. El nonágono semiótico aparece como una cuadrícula vacía de tres filas y tres columnas: una tabla de doble entrada, una matriz de tres Correlatos (CP 2.235, 1897, 1903) y tres Tricotomías (CP 2.238, 1897). Como veremos, la matriz puede actuar de dos maneras: proporcionando una taxonomía, una descripción fenomenológica del objeto, o permitiendo un enfoque desde los procesos cognitivos internos que la propia cuadrícula ofrece como relaciones lógicamente interdependientes. El nonágono semiótico también se puede considerar como un mecanismo particular de Design Thinking, un enfoque holístico de la complejidad inherente de cualquier objeto de estudio. (Ponencia para ser presentada en la sección "Applying Peirce" coordinada por Claudio Guerri)
País: 
Argentina
Temas y ejes de trabajo: 
Semiótica y filosofía
Semiótica y ciencias cognitivas
Institución: 
Facultad de Arquitectura, Diseño y Urbanismo - Universidad de Buenos Aires. Universidad Nacional de Tres de Febrero
Mail: 
claudioguerri@fibertel.com.ar

Estado del abstract

Estado del abstract: 
Accepted
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