Hace al menos dos décadas que gobiernos de distintos países y ciudades utilizan sitios web para comunicar a la población aspectos particulares de su tarea administrativa, institucional y política. En este largo desarrollo, la mayoría de esos sitios web pasaron de ser espacios que replicaban exclusivamente géneros clásicos de la comunicación de gobierno (guías, organigramas, agendas, campañas u otros), a convertirse en verdaderas plataformas comunicacionales que, por supuesto, también incluyen a las redes sociales. Las tecnologías y dispositivos digitales no solamente generaron un cambio de escala en la posibilidad de los gobiernos de producir mensajes dirigidos a poblaciones específicas; sino que abrieron el camino a una interacción concreta, de prácticas abiertas y de recursos compartidos entre gobernantes y ciudadanos. En ese movimiento, sostenemos que la existencia de plataformas web de gobierno locales implicó una verdadera reconfiguración en el vínculo entre las instituciones y sus representantes. Pero también, del modo en que es concebido el espacio público en tiempos de hipermediatizaciones. Hablamos de nuevos actores/actantes que surgen por la experiencia de los intercambios multimodales en plataformas de gobierno y de una desterritorialización que, sin disolver las conflictividades propia del espacio público, genera nuevos formas de ciudadanía. Sobre la eficacia de este tipo de intercambios para hacer evolucionar las prácticas institucionales en términos de gobernanza, aparecen distintas posiciones. En este trabajo pondremos el eje en cómo fueron evolucionando los dispositivos de interactividad en la web del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires y su impacto en términos de eficacia, calidad y buena orientación de la intervención del Estado, en las tareas que le son propias. Partimos del concepto de mediatización en el desarrollo de algunos autores latinoamericanos (Verón, 2001, 2004, 2015; Neto, 2012; Fernández, 2017). Las plataformas mediáticas funcionan dentro de un sistema de intercambio discursivo de vida social que se realiza por la presencia de dispositivos técnicos. Estos dispositivos permiten la modalización espacial, temporal o espacio-temporal del intercambio; esas variaciones surgen por el trabajo sígnifico sobre materialidades diversas (con o sin imágenes o sonido, en directo o en grabado, con presencia o no del cuerpo u otras), y por las que se generan funcionamientos indiciales, icónicos y simbólicos (Fernández, 2013). Respecto del concepto de interactividad, tenemos en cuenta que en la web esta se realiza centralmente entre un sujeto y un dispositivo tecnológico. La interfaz se puede definir como el lugar de la interacción, por lo tanto, un espacio metaforizado y semiotizado (Scolari, 2008, 2018). El concepto de estilo, tradicional en los estudios sobre arte, remite a un modo de hacer característico pero complejo de los lenguajes y permite reconocer, sobre todo, recurrencias enunciativas (Steimberg, 2013). La descripción de los cruces entre estilos de comunicación de gobierno y estilos de diseño web, nos habilitará para entender la imagen de enunciador y enunciatario convocados y los efectos de sentido generados.